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miércoles, 17 de mayo de 2017

Kilómetros y kilómetros

        En otros posts he hablado de que en mi opinión tanto los maratonianos como los corredores de montaña sobrevaloran (sobrevaloramos) todo el nuevo abanico de posibilidades que tenemos ahora a nuestro servicio: equipaciones punteras, complementos a tutiplén, accesorios, acceso a nutricionistas deportivos, fisios, entrenadores on-line,geles de azúcar que los fabricantes te recomiendan que los compres por docenas para tomar un puñado cada vez que pases de 20 kms...a veces nos olvidamos un poco de que lo que nos va a hacer correr más rápido es el entrenamiento diario, que no podemos suplir su falta con un reloj con gps para “corredores avanzados” de 600 euros, ni comprándonos las mallas o las zapatillas de Kipchoge, como nos quieren hacer creer los fabricantes que ahora han visto un filón con todo esto.


       Pero también hay otra cosa -en esta era en la que cada aspecto de nuestra vida la volcamos a las redes sociales- de la que abusamos. Y es correr largo y lento. Tendemos a valorar nuestro entrenamiento en términos casi exclusivamente cuantitativos (“he hecho una semana de 100 kilómetros”, “una tirada larga de 30”, etc.), pero dependiendo de la intensidad la carga que metemos al cuerpo en distintas semanas puede no tener nada que ver aunque los números coincidan. En maratón la “tirada larga” tradicional tiene su sitio de honor (aunque no es lo único importante), pero los kilómetros sin ton ni son, no. Si corres siempre lento serás un corredor lento. Son las sesiones de calidad las que te hacen mejorar como corredor, las que definen después tu lugar en carrera, y si entre ellas corres demasiados kilómetros (y además, si fuerzas demasiado el ritmo en esos kilómetros) el resultado es que no recuperas bien de un día a otro, y no podrás hacerlas a la intensidad adecuada. O directamente no podrás acabarlas.



       Una tirada larga bien hecha puede hacerte sobrellevar mejor los últimos kilómetros del maratón, cierto (aunque hay otros tipos de entrenamientos que también ayudan). Un entrenamiento equilibrado, en cambio, puede hacerte mejorar tu ritmo de carrera muchos segundos por kilómetro; no lo sacrifiques por hacer que el número de kilómetros semanal sea un número redondo, 60, 100, o 120. Eso es entrenar “para la galería”. Los kilómetros semanales son un indicador del trabajo que estás haciendo, pero un indicador tramposo porque puedes hacer que lo que debería ser sólo una referencia se convierta en un fin en sí mismo, y descuidar otros entrenamientos fundamentales. Incluso así puedes llegar a tener cansancio casi crónico sin conseguir mejoras sustanciales de rendimiento. En mi experiencia no he pasado de la distancia de maratón en carreras de montaña, pero estoy convencido de que por lo menos hasta esa modalidad el fenómeno es parecido, se busca demasiado el volumen .-aquí también el desnivel- descuidando meter sesiones de más calidad

     Cuando llevamos poco tiempo corriendo, es cierto que con sólo volumen a baja intensidad seguimos progresando un tiempo, pero a medida que nos vamos haciendo veteranos en esto, cada vez produce menos efecto en nuestro cuerpo, y tenemos que empezar a ser más selectivos con nuestro tiempo y esfuerzo, si queremos seguir progresando como corredores. O mantenernos.