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lunes, 7 de diciembre de 2015

correr carreras con gps o la perdición del "pijoraner"

Cada vez veo más mensajes a través de internet en los que la gente se queja de que tal o cual maratón o media maratón tenía 400 u 800 metros de más, según claro está su reloj con gps. Los corredores de nueva cepa van constantemente mirándose la muñeca, su mundo se reduce a esas constantes miradas para "chequear" el ritmo. Hoy he leído uno muy bueno: "es que pasado el km 42 se me hacía interminable...".

Yo me pregunto, qué necesidad hay de ir picando los kms de gps en carreras homologadas en las que además están señalizados cada km, normalmente de forma exacta (aunque siempre es más seguro fijarse en los parciales cada 5 kms, aparte de porque la organización puede haber puesto un km puntual unos metros más adelante o atrás, porque puede coincidir con alguna subidita, bajadita, o giro de 180º, y los parciales de 5 kms siempre tienden a homogeneizar el ritmo). Pero ves, y oyes pitidos también, de gente que va pendientes de sus cachivaches, a veces criticando erróneamente a alguna liebre de la organización por ir demasiado rápido, cuando son sus relojes los que van mal. Los que van acucumulando experiencia afortunadamente se van dando cuenta de que el ritmo gps siempre tiende a ser unos segundos más lento que el real, pero algunas veces en carrera pueden molestar, metiendo presión a la liebre o confundiendo a otros corredores.

Otra consecuencia negativa de acostumbrarse a mirar continuamente el ritmo en la muñeca es que pierdes o nunca adquieres la capacidad de saber el ritmo que llevas en cada momento, de identificar las sensaciones adecuadas que sí dominas inmediatamente si corres por sensaciones. Y además, en una carrera de largo recorrido como el maratón, ese gesto de mirar el reloj cada poco tiempo es un gasto extra, que parece tontería, pero todo se acaba notando. La clave en una maratón es dejarse llevar los primeros 30 kms, correr relajado, casi ni pensar...

No voy a hablar de los pijorrunners embutidos en un mono ajustado al cuerpo que en una pista de atletismo hacen series de 400 en 1'30 (siempre por la calle 1, por supuesto, aunque estén rodando), y a 40 metros de la línea del 400s el chisme les lanza un pitido y se paran... En fin, que sí, que soy un cascarrabias. 

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