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martes, 31 de octubre de 2017

De vitaminas y minerales

Últimamente cada vez oímos hablar más del tema de la suplementación para el deportista, incluso cuando hablamos del deportista aficionado al nivel que nos podamos estar nosotros (el de practicar ejercicio de moderado a intenso de 6 a 10 horas por semana, en mi caso). Uno tiene bastantes recelos del tema, siempre tiendo a pensar que todas estas “nuevas” necesidades que nos surgen nos vienen inducidas por intereses de negocio que hay detrás.
La pregunta inicial –y de cajón-  que creo que debemos hacernos es si tenemos nuestras necesidades nutricionales bien cubiertas con nuestra dieta.
No voy a hacer ver que entiendo mucho del tema, porque no es el caso, pero por lo que he estado leyendo por ahí, para deportistas de fondo parece ser que se venden suplementos deportivos, entre otros, de:  vitaminas de los grupos C, D y E, de magnesio, zinc, hierro y ácidos grasos omega-3.
Todo lo cual sin embargo está presente en productos naturales que podemos adquirir al hacer la cesta de la compra en los comercios locales o en el “súper” sin necesidad de tomarlos en pastillas.
El magnesio por ejemplo lo podemos encontrar en abundancia en la espinaca o el brócoli, y también en el cacao, aguacate, almendras o en la sandía.
El zinc nuevamente en el cacao y la sandía, en la carne de cordero, en menor cantidad en la de vaca, y en la calabaza.
El hierro en la carne roja, frutos secos como nueces y almendras, legumbres y verduras como acelgas y de nuevo las espinacas. Para no entorpecer su absorción es importante evitar la toma simultánea de café, té, yema de huevo o leche.

La vitamina C, además de en los cítricos como en la naranja, está todavía más presente en las cerezas, fresas y kiwis. También tiene buena cantidad el melón y la sandía, otra vez el brócoli y el tomate.
La vitamina D la absorbemos directamente del sol, y de forma secundaria la podemos encontrar en pescados como el atún, las sardinas, también en el huevo, las setas y… ¡los langostinos! 
La vitamina E otra vez en los aguacates, en frutos secos como nueces y almendras, y en aceites vegetales no refinados.
Y por último, los ácidos grasos omega-3 sobre todo en sardinas, salmón, y bonito del norte (más en esta variedad de atún blanco que en el resto de atunes).
Por supuesto que todos estos elementos y otros igualmente necesarios los podemos encontrar en otros muchos productos, frutas, verduras, hortalizas… Yo de lo que he leído esta mañana me quedo con varias ideas: hay algunos “productos estrella” como el brócoli o el aguacate, que conviene incluir en la dieta. También recordar la importancia de nueces y almendras y de todas las frutas, y esforzarme en comer más pescado, incluso las sardinas o el bonito enlatado. Y huevos. Así que si cumplo con un mínimo de esto no creo que vuelva a necesitar comprar complejos vitamínicos. Directamente no correré más rápido, pero mi salud me lo agradecerá, seguro.

lunes, 23 de octubre de 2017

Bilbao Night Marathon: 2:49:34

Hace ahora un mes tuve mi segundo hijo y supongo que ahora soy más maratoniano a tiempo parcial que nunca hasta ahora. Ser padre por partida doble me parece una buenísima razón para no haber entrenado con la intensidad, la duración, y en general las ganas de otros años. Y no me arrepiento, a pesar de que aquí habría tenido una oportunidad de recibir la luz de los focos, visto que nadie aparte de los dos primeros participantes kenianos bajaron (por bastante) de las 2 horas y 40 minutos. ¿Pero quién necesita la atención general cuando lo importante es la satisfacción personal y recibir los ánimos y el cariño de tu gente? Y de eso tuve bastante el sábado por la noche, esos ánimos que hicieron que siguiera en carrera en momentos en los que me vi sobrepasado por otros participantes y mi motivación cayera al mínimo.

En cuanto a la carrera, a falta de tener en casa un maratón en horarios normales, y a pesar de las muchas pegas que le pongo (aparte de por el horario, sobre todo derivadas de mezclar varias distancias a la vez), creo que se va asentando y puliendo detalles. La nueva zona de salida me parece bastante mejor, y el recorrido es céntrico y tiene mucha animación. Al salir con una inmensa mayoría de gente que hace o una carrera de 10 kms o una media maratón, los primeros kilómetros son un poco estresantes para los que queremos hacer el maratón. Intenté no dejarme llevar y mantener mi ritmo, porque además en general los de las otras distancias van más a tirones. 

No habiendo hecho entrenamientos serios, iba bastante a ciegas en cuanto al ritmo a seguir. Me ilusioné un poco más de la cuenta, teniendo en cuenta que en este horario no rindo igual y la poca preparación, y decidí ir a 3'50. Para el kilómetro 15 ya vi que a ese ritmo las fuerzas iban a empezar a flojearme enseguida, así que intenté poner un ritmo en torno a 4 con idea de por lo menos estar sobre 2:45 en meta. Al paso por la media nos quedamos solos los de la maratón y me quedé en cuarta-quinta posición, pero llegando al 30 empezaron a pasarme bastantes corredores, y me vine bastante abajo. Hace 3 años abandoné al paso por el km 31 y esta vez estuve a punto de hacerlo otra vez.
Me salieron 3 kms desde el 30 al 33 a ritmo casi de 4'30 el kilómetro, bastante desmotivado para seguir en carrera. No me siento nada cómodo corriendo a esas horas de la noche, sabía que los tiempos aquí son siempre malos y que esta carrera no se me da nada bien, y ahora se me escapaba el único aliciente que me quedaba, estar delante con mi gente animando. Pero ésta era mi apuesta para este otoño, físicamente no iba mal del todo, y seguí, aunque bastante fuera de carrera, poniendo un ritmo de 4'15 el kilómetro. Así fui llegando a los últimos kilómetros, en el último cruce sobre el kilómetro 35 pasé en décima posición y las distancias sobre los que iban por delante eran ya bastante grandes, el más cercano lo tenía a más de 1 minuto. Es señal de lo duro que este horario para correr un maratón que a ese ritmo de 4'15 fuese recortando terreno y en el último kilómetro aprovechando haber ido relativamente fresco esos kilómetros consiguiese remontar varias posiciones para acabar quinto de la general masculina.

Lo cual fue un gran consuelo, aunque la marca de 2:49 no la puedo considerar buena (la 18ª de mi historial particular) y me fuese pensando que había corrido por debajo de mis posibilidades. Que es de lo que se trata siempre, de no engañarse a uno mismo y de ser exigente.