Personalmente cierro un año con resultados muy buenos. A la hora de hacer balance de cuáles han sido los factores que me han llevado a ello para que 2016 sea incluso mejor, pienso en el tipo de entrenamientos que he hecho este año, y sobre todo, en dos claves, continuidad y consistencia.
Llevar más de 2 años sin lesiones de importancia (con su consiguiente parón obligado); Llevar una dinámica de entrenamientos casi continua con pequeños paroncitos y bajadas en la intensidad en el entrenamiento de días o un par de semanas como mucho; Tener siempre a la vista como objetivo principal el maratón pero incluir a la vez pequeñas incursiones en el mundo de la pista, el de las carreras de montaña, de la media maratón, o en el del cross en invierno, para variar los estímulos y sobre todo ganar cierta frescura mental, el maratón siempre en la cabeza desgasta mucho el coco. Todo ello me ha permitido creo empezar siempre cada nuevo ciclo de entrenamientos en un nivel de forma ligeramente superior al anterior, a la vez que motivado por ver que la cosa iba carburando.
Además, no me he obsesionado tanto como en el pasado por completar entrenamientos muy exigentes, sobre todo si no he llevado una progresión lógica para llegar a ellos. Por ejemplo un verano cargado de entrenamientos bastante repetitivos pero creo que eficaces como dos rodajes semilargos semanales a intensidad media-alta, de los cuales en 48 horas me deshacía de casi toda la fatiga, me hizo creo subir un pequeño peldaño más con respecto a la primavera. Puede que sea porque voy cumpliendo años, pero cada vez le veo menos sentido a hacer un entrenamiento brutal que me pone a prueba física y mentalmente. Sí que es verdad que creo que los entrenamientos clave tienen que ir siendo progresivamente más intensos y/o largos a medida que nos acercamos a nuestro objetivo, pero meter mucho y en gran número a mí por lo menos me da la impresión de que, no sólo nos desgastan mentalmente, sino también físicamente.
Pues eso, como resumen, esto del maratón y del fondo en general no veo que se construya con un puñado de entrenamientos duros en 8, 10, ni 12 semanas, que parece que es a lo que muchos se ciñen a veces cuando afrontan "un plan para maratón". Difícilmente subirán un peldaño así. Es algo que tenemos que ir trabajándonoslo poquito a poco, semana a semana, mes a mes, pacientemente y sin bajar la guardia.
¡¡Buen 2016!!
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martes, 29 de diciembre de 2015
domingo, 13 de diciembre de 2015
Media Maratón de Vitoria: MMP justita
Carrera ésta que me encanta, bien organizada, muy buen nivel entre los atletas de 1:10 a 1:15, por un recorrido llano, caches anchas, buena animación, y fresquito garantizado aunque pocas veces lluvia.
Este año me veía más fuerte que el pasado, que conseguí también mi mmp aquí, con 1:13:46, con la diferencia de que el pasado el entrenamiento había sido bastante específico para esa carrera y en éste venía rebotado del maratón de hace dos semanas, con seguramente cansancio acumulado y sobre todo sin haber tocado prácticamente en meses ritmos más rápidos de 3'30 el km. Y ahora el objetivo era ir a 3'27 o menos, para sub 1:13.
Había recuperado bien del maratón, con rodajitos suaves los primeros días a partir del jueves posterior, una participación el domingo en el cross de Usansolo categoría veteranos (circuito de sólo 4 kms que me parecía más light que la carrera absoluta, y que me llevé la sorpresa de ganar), y con buenas sensaciones en los rodajes con poca chispilla de la semana de carrera.
Ahora con esto del facebook, ya estábamos conchabados los que queríamos ir al mismo ritmo, todos nos veíamos fuertes y nos las prometíamos muy felices. Y la verdad es que la mayoría han cumplido objetivos. El problema para mí ha venido con la salida, se ha lanzado todo el mundo escopetado, y a pesar de pasar los primeros 2 kms a ritmo sub 3'10 el km, me he visto descolgado y prácticamente reventado con el 90% de la carrera todavía por delante. Esos ritmos están fuera de mi alcance. He pasado unos momentos malos, en los que se me ha pasado por la cabeza abandonar o levantar el pie. Al final, he optado por hacer lo mismo del año pasado, que me pasó exactamente lo mismo: bajar un poco el ritmo y esperar a que por detrás venga un grupo con un ritmo al que me pueda unir. Y así ha sido, tras unos kms a 3'40, me alcanza un grupo que marcha al ritmo que yo quería, sobre 3'27 el km. Lástima de ir ya un poco tostau, se me hacía duro aguantar, hemos pasado el km 10 en 34'26, un paso de sub 1:13, pero por el 12 se me han ido unos metros y no me he visto con fuerzas para cerrar el hueco. He pasado otra pequeña crisis, con los kms yéndoseme sobre 3'35, y del 17 al 20, viendo que podía bajar al menos la marca unos segunditos, he vuelto a apretar a lo que podía yendo a 3'30. El 21 se me ha hecho muy duro pero he aguantado el tipo como he podido, 1:13:31. Nueva MMP, me sabe a poco, y el año que viene quiero volver a sacarme la espina.
De momento ahora a disfrutar de las vacaciones con la familia, intentar desconectar unos (pocos) días y a volver poco a poco en Enero-Febrero.
lunes, 7 de diciembre de 2015
correr carreras con gps o la perdición del "pijoraner"
Cada vez veo más mensajes a través de internet en los que la gente se queja de que tal o cual maratón o media maratón tenía 400 u 800 metros de más, según claro está su reloj con gps. Los corredores de nueva cepa van constantemente mirándose la muñeca, su mundo se reduce a esas constantes miradas para "chequear" el ritmo. Hoy he leído uno muy bueno: "es que pasado el km 42 se me hacía interminable...".
Yo me pregunto, qué necesidad hay de ir picando los kms de gps en carreras homologadas en las que además están señalizados cada km, normalmente de forma exacta (aunque siempre es más seguro fijarse en los parciales cada 5 kms, aparte de porque la organización puede haber puesto un km puntual unos metros más adelante o atrás, porque puede coincidir con alguna subidita, bajadita, o giro de 180º, y los parciales de 5 kms siempre tienden a homogeneizar el ritmo). Pero ves, y oyes pitidos también, de gente que va pendientes de sus cachivaches, a veces criticando erróneamente a alguna liebre de la organización por ir demasiado rápido, cuando son sus relojes los que van mal. Los que van acucumulando experiencia afortunadamente se van dando cuenta de que el ritmo gps siempre tiende a ser unos segundos más lento que el real, pero algunas veces en carrera pueden molestar, metiendo presión a la liebre o confundiendo a otros corredores.
Otra consecuencia negativa de acostumbrarse a mirar continuamente el ritmo en la muñeca es que pierdes o nunca adquieres la capacidad de saber el ritmo que llevas en cada momento, de identificar las sensaciones adecuadas que sí dominas inmediatamente si corres por sensaciones. Y además, en una carrera de largo recorrido como el maratón, ese gesto de mirar el reloj cada poco tiempo es un gasto extra, que parece tontería, pero todo se acaba notando. La clave en una maratón es dejarse llevar los primeros 30 kms, correr relajado, casi ni pensar...
No voy a hablar de los pijorrunners embutidos en un mono ajustado al cuerpo que en una pista de atletismo hacen series de 400 en 1'30 (siempre por la calle 1, por supuesto, aunque estén rodando), y a 40 metros de la línea del 400s el chisme les lanza un pitido y se paran... En fin, que sí, que soy un cascarrabias.
Yo me pregunto, qué necesidad hay de ir picando los kms de gps en carreras homologadas en las que además están señalizados cada km, normalmente de forma exacta (aunque siempre es más seguro fijarse en los parciales cada 5 kms, aparte de porque la organización puede haber puesto un km puntual unos metros más adelante o atrás, porque puede coincidir con alguna subidita, bajadita, o giro de 180º, y los parciales de 5 kms siempre tienden a homogeneizar el ritmo). Pero ves, y oyes pitidos también, de gente que va pendientes de sus cachivaches, a veces criticando erróneamente a alguna liebre de la organización por ir demasiado rápido, cuando son sus relojes los que van mal. Los que van acucumulando experiencia afortunadamente se van dando cuenta de que el ritmo gps siempre tiende a ser unos segundos más lento que el real, pero algunas veces en carrera pueden molestar, metiendo presión a la liebre o confundiendo a otros corredores.
Otra consecuencia negativa de acostumbrarse a mirar continuamente el ritmo en la muñeca es que pierdes o nunca adquieres la capacidad de saber el ritmo que llevas en cada momento, de identificar las sensaciones adecuadas que sí dominas inmediatamente si corres por sensaciones. Y además, en una carrera de largo recorrido como el maratón, ese gesto de mirar el reloj cada poco tiempo es un gasto extra, que parece tontería, pero todo se acaba notando. La clave en una maratón es dejarse llevar los primeros 30 kms, correr relajado, casi ni pensar...
No voy a hablar de los pijorrunners embutidos en un mono ajustado al cuerpo que en una pista de atletismo hacen series de 400 en 1'30 (siempre por la calle 1, por supuesto, aunque estén rodando), y a 40 metros de la línea del 400s el chisme les lanza un pitido y se paran... En fin, que sí, que soy un cascarrabias.
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