Ahora que llevo un par de años de vuelta al asalto de las 2 horas y media, después del primer "round" en 2008-2009, a veces me entran dudas. ¿No estaré intentando algo que está fuera de mi alcance?
En atletismo -y en el atletismo popular de la misma manera que en el profesional- existen las barreras mágicas. Barreras que no tendrían nada de particular sino fuera porque vienen determinadas por números redondos. En maratón probablemente la barrera que tenga más repercusión y significado sea la de las 3 horas. Los sub 3 horas son vistos como maratonianos serios y disciplinados. Y con razón; incluso para corredores relativamente rápidos en distancias más cortas no es ninguna broma el asalto a las 3 horas, se requiere mucha ilusión y disciplina. A mí mismo me costó varios intentos conseguirlo.
Del sub 3 horas a las 2:30 hay un buen trecho, a priori no tienen mucho que ver un ritmo de 4'15 el km que uno de 3'33. Y sin embargo, creo que la diferencia no es tanta como pueda parecer. Se requiere del mismo tipo de maratoniano constante y metódico. El camino a las 2 horas y media es gradual, vas subiendo escaloncito a escaloncito, fijándote metas intermedias. A veces no te das cuenta, pero el nivel de implicación también va subiendo al mismo ritmo. Y un día te encuentras en el umbral de otra gran barrera, una a la que no muchos llegan y que muchos menos consiguen traspasar. Éstos son para mí la élite del atletismo popular.
No es nada fácil compaginar la dedicación a tu trabajo en la vida real, y en muchos casos a tu familia, con la exigencia que supone entrenar a este nivel. De ahí el título de este blog, maratoniano a tiempo parcial. Pones el corazón en correr intentando no descuidar ninguna de las otras cosas importantes, a menudo haciendo sacrificios no sólo tú, sino también los que te rodean, que te prometes a ti mismo compensar pero que no siempre lo haces. Y ves que estás ahí y te planteas dar otra vuelta de tuerca en el engranaje de tu vida que ya está tirante no, lo siguiente. Aunque ese engranaje chirríe algunas veces. Aunque para cada pequeña mejora el esfuerzo que tienes que hacer sea exponencialmente mayor. Además, salvo algunos afortunados con unas cualidades físicas extraordinarias, es probable que, como en mi caso, la progresión te lleve varios años, y paralelamente tu otra vida también haya evolucionado cargándote de responsabilidades que antes no tenías. Afortunadamente claro, no todo es correr, pero a la hora del entrenamiento tu estilo de vida afecta a que la recuperación sea más lenta y difícil.
Sí, puede que realmente ésta sí que sea una barrera real para una persona con una vida normal, no tan arbitraria ni que existe sólamente en nuestra cabeza como otras. Puede que muchos descubrieran que son capaces de romperla, pero es difícil (y puede que no merezca la pena) encerrarse en una esfera de cristal para conseguirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario